Leyendo sobre un tema que para todo trabajador acostumbrado a un salario mensual base es un tabú hasta cierto punto controversial pues no todos nos acostumbraríamos a un ritmo laboral así y articulo mas articulo me hice la pregunta que me hice hace un par de años atrás (2004 para ser exactos) cuando ser freelance era una idea aun fantástica para un soltero que hacia sus diseños y programación en casa, de lo cual vendí 3 proyectos web los cuales me lanzaron en un promedio de 3 meses a tener clientes que confiaron en mi trabajo y desempeño -" ser o no ser esa es la interrogante ", en ese entonces contaba con 25 años de edad ahora con un poco mas de 30 y con los estándares empresariales locales es difícil encontrar algún puesto decente no sin pasar numerosos procedimientos y exigencias entre ellos el tan afamado titulo aclaro no soy partidario de las exigencias debido a la poca experiencia de los estudiantes de las diferentes especialidades a diferencia de los que si tenemos experiencia en la rama pero estamos a un pelo de cuca rusa (dicho nacional el cual indica que estamos a punto de obtener algo) de obtenerlo, según mi experiencia y conocimiento casi el 70% de los estudiantes universitarios y con experiencia que están por egresar no son aptos candidatos a puestos debido a que no cuentan con el requisito indispensable y que el 30% restante son contratados pero re-evaluados constantemente debido a que no cuentan con la experiencia apta para desarrollar los cargos (no creo que solo en el salvador pase esto ?).
" Expertos en relaciones laborales vaticinan que más de la mitad de los empleados mundiales se podrá encuadrar en alguna de las definiciones de 'freelancer' antes de 2020 "
Leia el siguiente articulo de un estudio realizado en EE.UU. sobre el Freelance : “Me quedé sin trabajo y, como no encontraba otro, tuve que inventármelo”. Erik Lance tenía 42 años cuando perdió su empleo de toda la vida como diseñador, en los momentos más duros de la “Gran Recesión”. Hoy, este padre de familia de Virginia se gana la vida tocando el bajo con su banda de rock, aceptando encargos como diseñador gráfico y como técnico de sonido. Y cuando todo lo demás flojea, cuando necesita unos ingresos extra o cuando tiene un rato libre después de dejar a sus hijos en la escuela, también recoge pasajeros en su coche a través de la aplicación Uber.
Muchos economistas están convencidos de que el perfil laboral de Erik no es un apaño temporal para salir del paso tras una atroz crisis económica, sinouna parte importante de nuestro futuro. O de nuestro presente, porque un tercio de la población estadounidense ya está realizando algún tipo de trabajo freelance. Al menos, eso refleja un reciente estudio comisionado por la Freelancers Union (asociación independiente) y por Elance, la mayor plataforma para contratar autónomos online, con más de 3 millones de currículos.
El concepto freelance representa tanto un viaje al pasado de la informalidad como al futuro de la flexibilidad extrema. Resulta significativa su etimología, que no nos traslada a ninguna taquillera película de ciencia ficción, sino a una novela medieval de principios del siglo XIX. En 1819, el escocés Sir Walter Scott acuño la expresión free-lance (lanza libre) en las páginas de Ivanhoe. Se trataba de retratar a caballeros mercenarios de la Europa feudal que no tenían rey ni señor y que se vendían al mejor postor, condición que les otorgaba ciertas libertades y también alguna que otra preocupación. Fue rescatada de los libros un siglo y medio después, cuando escritores y creativos de los 70 se sintieron identificados y la popularizaron en las revistas del gremio.
Hoy la “economía freelance” no sólo crece al ritmo de las últimas décadas, sino que parece haber entrado en una nueva fase de expansión en el orden mundial. Abriendose a nuevos sectores y formatos gracias a la sharing economy de ingenios como Uber o AirbnB. Segundo, porque las grandes empresas están movilizando a sus departamentos de recursos humanos en dicha dirección. “Las pequeñas y medianas empresas han liderado el boom de los freelancer hasta aquí, pero ahora las grandes empresas están entrando también y juegan un papel cada vez mayor”.
En realidad vale la pena, pues es una pregunta que todos los que estamos por entrar o estamos ya en el puesto debemos evaluar, a mi perspectiva el salvador no es un mercado que apoye al freelance de manera efectiva sin el enfoque de aprovecharse de las necesidades de las personas, el gobierno debería evaluar el estado freelance y protegerlo ya que forma parte de un sector productivo del pais.
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